20111124

20 Años sin Freddie Mercury

Hoy se cumplen 20 años de la muerte de Freddie Mercury, ese cantante extravagante, bigotudo y genial que falleció a los 45 años en Londres, un día después de confesar que padecía el sida.



El 24 de noviembre de 1991 moría en su casa de la lujosa calle de Knighsbridge el solista de la influyente banda de rock británica Queen, lejos de los flashes y la atención mediática que lo persiguieron en los multitudinarios conciertos ofrecidos en vida.
"Freddie Mercury falleció pacíficamente esta noche en su casa de Kensington, en Londres. Su muerte es resultado de una bronconeumonía causada por el sida", informó entonces su representante en un escueto comunicado.
Este hijo del Imperio británico, nacido en Tanzania y criado en la India, dejó atrás himnos comoI Want To Break Free, Don't Stop Me Now o Bohemian Rhapsody, cantados con su voz única, con un registro de varias octavas, e interpretadas de forma teatral y operística, hasta crear un estilo imposible de imitar.
Su biografía
Su verdadero nombre era Farookh Bulsara, nació el 5 de septiembre de 1946 en la isla de Zanzíbar (Tanzania), situada en la costa este de África y famosa por su producción de especias. Murió el 24 de noviembre de 1991.
Sus padres, Jer y Bomi Bulsara, formaban un matrimonio de origen persa devoto del profeta Zoroastro, y decidieron enviar al niño a la India para que recibiera una buena educación. Allí quedó al cuidado de sus tíos y fue matriculado en la St. Peter's School, institución de enseñanza británica situada en Panchgani, a unas cincuenta millas de Bombay.
En sus primeros años practicó el box, pero por petición de su madre, cambió el ring por la mesa de ping pong y a los diez años ya era campeón escolar de la disciplina.
En aquellos años despertó su afición por la música, siguió clases de piano e ingresó en el coro de la escuela. Muy pronto creó su primer grupo musical, The Hectics, una banda amateur de rock and roll que prodigaba sus actuaciones en todas las fiestas y bailes del colegio. En esta formación, en la que ocupaba el puesto de pianista, le acompañaban Derrick Branche, Bruce Murray, Farang Irani y Victory Rana. En aquella época, sus amigos del colegio comenzaron a llamarle Freddie, traducción más o menos fiel de Farookh al inglés.
Regresó a Zanzíbar en 1962 junto a su familia, pero un par de años después, los Bulsara decidieron emigrar al Reino Unido, para huir del estallido de violencia que sufría la isla.
Ingresó en el Isleworth Polythecnic y, durante las vacaciones, se empleaba en trabajos eventuales para ganar un dinero extra. Hacia 1966, Freddie era un alumno de la Ealing Art School, que estudiaba para convertirse en diseñador gráfico, aunque su interés por la música no había desaparecido. Abandonó su casa y alquiló un piso en Kensington junto a un compañero llamado Chris Smith.
Por entonces también trabó muy buena amistad con Tim Staffell, otro amigo de la Ealing que formaba parte de un grupo llamado Smile, en el que tocaban Brian May y Roger Taylor. Freddie se convirtió en seguidor y fan número uno de la banda. En 1969, dejó la escuela y comenzó a compartir piso con Roger, con quien acudía a un puesto del mercadillo de Kensington para vender ropa y pinturas.
En el verano de ese mismo año, Freddie empezó a cantar en un grupo de Liverpool llamado Ibex. El 23 de agosto de 1969, Freddie debutó en público junto al trío formado por Mike Bersin, John Tupp Taylor y Mick Miffer Smith. Un mes más tarde, el grupo cambió de batería y de nombre. Miffer abandonó la formación y dejó su sitio a Richard Thompson, ex componente de 1984, la banda de Brian May.
Después de esta experiencia fallida, Freddie lo intentó en otra banda llamada Sour Milk Sea, con la que contactó gracias a un anuncio del Melody Maker en el que buscaban un vocalista. A finales de 1969, Freddie era el vocalista del grupo, en el que también estaban Chris Cheney y Jeremy Rubber Gallop a la guitarra, el bajista Paul Milan y el batería Rob Tyrell. Pero esta prometedora aventura tan sólo duró unos meses porque, en abril de 1970, Smile volvió a cruzarse en su trayectoria. Su viejo amigo Tim Staffell había decidido abandonar la formación y Roger y Brian le pidieron que fuera el vocalista del grupo.
Freddie insistió en renombrar a la banda y suya fue la idea de bautizarla como Queen. Al mismo tiempo, cambió su apellido artístico y se convirtió desde ese momento en Freddie Mercury. Tras las innovaciones, el trío probó con varios bajistas hasta que en 1971 se incorporó a la formación un personaje tranquilo y sosegado, John Deacon.
El logo de Queen
El logotipo, otra de las señas de identidad de Queen, fue también una creación del vocalista, que dejó patentes sus dotes como imaginativo diseñador. La imagen presentaba los cuatro signos del zodíaco de los miembros de la banda (dos leones por Roger y John, los dos leos del grupo, el cangrejo por el signo cáncer de Brian May y las ninfas que identificaban el signo virgo de Freddie) alrededor de una gigantesca Q y, sobre todo ello, el ave fénix, que saludaba el nacimiento del grupo de las cenizas de otras formaciones.
También desde el primer momento fue Freddie el impulsor de la imagen visual de la formación, con su personalísima puesta en escena y su inconfundible vestuario. El resto pertenece a la historia de Queen.
El monarca del rock en los 80
Algunos han copiado a Freddie, pero nadie ha sido capaz de emular la personalidad arrebatadora y carismática en escena de este showman de grandes dientes, que se convirtió en uno de los iconos de los años 80 pese a que, según el mismo aseguraba, era bastante tímido.
En este aniversario del cantante de The Great Pretender (el gran imitador) la foto más recurrente es la de un Mercury con capa de armiño y corona, como una "reina" británica -alusión tanto al nombre del grupo como a su homosexualidad-, durante una actuación en el estadio londinense de Wembley en julio de 1986.
Con sus espectaculares puestas en escena, Queen transformó la escena musical de los años 70 y 80, y vendió en total más de 300 millones de discos, la mayoría después de la muerte de su cantante, quien había nacido el 5 de septiembre de 1946 en Zanzíbar, hijo de un funcionario británico, con el nombre de Farrokh Bulsara.
En sus tiempos mozos cambió ese nombre difícil de pronunciar por el de Freddie y, cuando ya se dedicaba profesionalmente a la música, sustituyó su apellido por Mercury (Mercurio, mensajero de los dioses).
La carrera de Freddie, un hombre culto que adoraba la ópera y estudió dibujo y diseño, estuvo siempre unida al guitarrista Brian May y al batería Roger Taylor, con los que formó la banda Smile en 1967, y al bajista John Deacon.
¡Dios salve a la Reina!
Los cuatro músicos crearon en 1971 Queen y grabaron doce álbumes de estudio, entre ellos los primerizos y aclamados Sheer Heart Attack (1974) y A Night At The Opera (1975), con un sonido que conjugaba rock, heavy metal y glam, dominado por la guitarra de May y sobre todo por la imponente voz de Mercury.
Aunque algunos critican un toque "kitsch", los conciertos del cuarteto eran antológicos y sus canciones han sido coreadas por millones de personas durante décadas en innumerables conciertos y fiestas.
Desde su We Will Rock You -nombre también del musical dedicado al grupo- al Under Pressure con David Bowie, pasando por el We Are The Champions, creado para homenajear al Manchester United y que hoy se canta en los estadios de fútbol de todo el mundo para celebrar las gestas del equipo local.
Dos décadas después de la muerte de Freddie Mercury, sus fans no podrán prestar mañana tributo en ningún cementerio, ya que el cuerpo del cantante fue incinerado en Londres y las cenizas fueron esparcidas en un lago suizo pocos días después.
El día de su entierro su ataúd llevaba una rosa roja encima y en la ceremonia se escuchó la canción Barcelona, grabada en 1987 por el músico británico con su admirada Montserrat Caballé y que se convirtió en el himno de los Juegos Olímpicos de 1992, cuando Mercury ya había fallecido.

20111123

Jim Morrison, larga vida al Rey Lagarto

“Varios testigos aseguraron ver a Jim Morrison subir a un avión la misma noche que murió. Infinitos Jim Morrison comenzaron a germinar por todo el mundo”
En el cementerio de Père-Lachaise en París descansan personajes ilustres como Honoré de Balzac, Maria Callas, Frédéric Chopin, Édith Piaf, Oscar Wilde o Jim Morrison. Lo que diferencia a este último de los demás es que su tumba quizá está vacía, ya que el líder de los Doors fingió su propia muerte para dejar atrás su vida anterior llena de excesos. 

Jim Morrison se marchó a París para volver a empezar. Quería hacer borrón y cuenta nueva y dedicarse en cuerpo y alma a su poesía. También intentaba escapar de la justicia. Su desafortunada actuación en el Dinner Key Auditorium de Miami, el 1 de marzo de 1969, le costó cara. En dicho concierto, y después de llegar con retraso y borracho, Morrison se mostró violento, provocó a la policía quitándole la gorra a un agente, abrazó a un cordero vivo y soltó lindezas al público como ésta: “Sois una panda de jodidos idiotas. Sois una panda de esclavos, tío. ¿Cuánto pensáis que va a durar esto? ¿Cuánto vais a dejar que dure? ¿Cuánto tiempo más vais a dejarles que os intimiden? ¿Cuánto?… Quizá os encanta tener la cabeza metida en la mierda”. Por si no fuera suficiente, empezó a quitarse la ropa, simuló masturbarse y, para rematar, enseñó su miembro a los asistentes en un abrir y cerrar de ojos. No existen fotografías sobre este momento.
El resultado de este suceso no se hizo esperar. Al cantante se le imputaron los cargos de inmoralidad, comportamiento lascivo, exhibición obscena, embriaguez y escándalo. De todos ellos, el Rey Lagarto fue declarado culpable de los cargos de exhibición obscena y escándalo público y fue sentenciado en Miami a pagar una multa de quinientos dólares, a cumplir ocho meses de trabajos forzados, y a dos años y cuatro meses de libertad vigilada. Su abogado apeló, el caso se quedó abierto y Jim nunca cumplió su sentencia.
Cansado de sí mismo y de su imagen, Morrison siguió su camino de la autodestrucción: engordó tanto que ya no cabía en sus ceñidos pantalones de cuero y dejó crecer una barba muy poblada. El chamán del rock necesitaba un cambio de aires y París, la ciudad de los románticos y los soñadores, era el lugar idóneo para comenzar desde cero y ponerse manos a la obra con su producción literaria.
Así que, en marzo de 1971, Jim Morrison y Pamela Courson, su pareja y “compañera cósmica”, escaparon a la capital del amor. Aunque el Rey Lagarto se afeitó, adelgazó y vagabundeó por las calles parisinas en busca de inspiración, su estancia allí no fue tan idílica. En menos de cuatro meses, en la madrugada del 3 de julio, Pamela encontró a Jim dentro de la bañera. Parecía que estaba descansando, pero había muerto.
El fallecimiento del vocalista de los Doors planteó dos eternas cuestiones. La primera está relacionada con la causa: ¿cómo había muerto Jim Morrison? Oficialmente, el cantante sufrió un ataque al corazón. Sin embargo, existen respuestas de lo más variadas para explicar su paso a mejor vida: sufrió una sobredosis de heroína (que pudo pincharse o esnifar), sufrió una sobredosis de cocaína, se suicidó, fue víctima de una conspiración contra el movimiento hippie y el F.B.I. le asesinó, un espíritu de un indio le poseyó, le arrancaron los ojos y, por último, Patricia Kennealy, una amante despechada y bruja, realizó un rito de vudú y acabó con la vida de Morrison a distancia. Son muchas las explicaciones de la muerte del Rey Lagarto, pero la segunda pregunta anula directamente la primera: ¿de verdad está muerto Jim Morrison?
Los defensores de esta teoría encuentran pistas por todas partes. ¿Por qué no se le realizó ninguna autopsia después de morir? Pamela Courson tenía la respuesta: “Porque no quisimos. Queríamos dejar en paz a Jim. Murió pacífica y dignamente”. Solo Pamela y un médico cuyo nombre no se recuerda vieron el cuerpo inerte del cantante. Cuando Bill Siddons, el mánager de los Doors, viajó hasta París el 6 de julio, encontró el ataúd ya precintado y un ilegible certificado de defunción con la firma del médico fantasma. La Embajada Americana de París no recibió el certificado de defunción hasta el día 7 de julio y la noticia no se hizo oficial hasta el día 9.
James Douglas Morrison se unió al resto de celebridades en el cementerio de Père-Lachaise el miércoles 7 de julio de 1971. Ningún sacerdote obró una ceremonia. La despedida de Morrison fue íntima, sólo cinco asistentes lloraron la pérdida del músico y poeta: Pamela Courson, Bill Siddons, la cineasta Agnès Varda, Alain Ronay, un antiguo compañero de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles) y Robin Wertle, la secretaria de Morrison en París. La tumba donde se encontraba enterrado no se marcó hasta un tiempo después.
Sin embargo, varios testigos aseguraron ver a Jim Morrison subir a un avión la misma noche que murió. Infinitos Jim Morrison comenzaron a germinar por todo el mundo. El 13 de octubre de 1973, según los empleados del Banco de América, Morrison se presentó en la oficina para realizar unas transacciones y estuvieron charlando con él. En 1974, Capitol editó un álbum llamado “Phantom’s divine comedy” bajo anonimato en el que la voz del cantante recordaba a la del vocalista de los Doors (aunque en 1992 se desveló el pastel y el cantante resultó ser Iggy Pop). En 1975 se publicó “The band of America of Louisana”, un libro que se le atribuyó a la firma del chamán del rock. Para rematar, el 22 de octubre de ese mismo año, una emisora de radio, la WRNO de Nueva Orleans, consiguió una entrevista en exclusiva con el Rey Lagarto en la que explicaría los pormenores de su falsa muerte. La entrevista se emitió el 3 de noviembre pero las interferencias no ayudaron a aclarar si ésa era la auténtica voz de Morrison.
Pero dejando falsos Morrison aparte, ¿había sido capaz Jim Morrison de interpretar su propia muerte para huir de la vida pública? ¿Intentó alejarse para siempre de su imagen de estrella de rock para que le tomaran en serio como poeta? ¿O quiso escapar de la condena del incidente de Miami hasta que el caso prescribiera? El teclista de los Doors no dudó al pronunciarse sobre esta posible simulación: “Si existe alguien capaz de escenificar su propia muerte –conseguir un certificado de defunción falso y pagar a un médico francés–, y poner un saco de arena de ochenta kilos en un ataúd y desaparecer en algún lugar de este planeta, ese es Jim Morrison”. Tampoco se quedó atrás el batería, John Densmore: “Él era la única persona que yo haya conocido en toda mi vida lo suficientemente extravagante para atreverse a una movida así… capaz de irse a las islas griegas y no decírselo a nadie”.
Más que las islas griegas, África era un posible destino para el nuevo Jim Morrison. El cantante siempre estuvo fascinado por Arthur Rimbaud, el poeta francés que, después de abandonar su obra a los 19 años, se fugó a África para vivir de forma anónima como cazador y mercenario. No resultaba un acto descabellado fingir desaparecer del globo y convertirse en otra persona. El cantante aseguró a sus biógrafos Danny Sugerman y Jerry Hopkins que “era capaz de cambiar radicalmente de vida, reapareciendo en el papel de hombre de negocios con traje y corbata”. Además, en 1967, Morrison ya había hablado con Steve Harris, ayudante de Jac Holzman (jefe de la discográfica Elektra), sobre qué sucedería si Elektra extendiese el rumor de su prematura muerte; a lo que Harris respondió: “Es una buena idea, pero hay un pequeño problema: nadie sabe todavía quién eres”. Cuando Brian Jones murió ahogado en su piscina en 1969, el chamán del rock volvió a plantearse qué sucedería si él falleciera; como curiosidad, Jones murió el mismo día dos años antes y a la misma edad, 27 años.
Por último, el Rey Lagarto inventó un nombre ficticio para ponerse en contacto con sus amigos una vez lograra escabullirse de la fama y vivir pacíficamente en África como poeta: Mr. Mojo Risin’. Dicho pseudónimo era un anagrama de Jim Morrison, que ya había utilizado en la canción ‘L.A. Woman’. ¿Quién sabe? Quizá el vocalista de los Doors descanse en el cementerio parisino. O quizá ahora sea un poeta ermitaño que vive en el continente africano y que logró escapar del personaje excéntrico, de la estrella de rock, del chamán y del borracho que antes fue; pero Mr. Mojo Risin’ todavía no ha dado señales de vida.


20111122

BLACK SABBATH: gira y nuevo disco

La legendaria banda sale a tocar con sus integrates originales y están preparando un nuevo disco.

La leyenda del rock, Black Sabbath, encabezará los más importantes festivales europeos durante el 2012.


Luego de anunciar su reunión el 11.11.11, la vuelta del grupo a los escenarios es uno de los eventos más esperados. El puntapié inicial será el 18 de mayo en Moscú y la gira los llevará a los festivales más importantes como Download Festival (Inglaterra), Azkena Rock, Azkena Rock Festival (España), Hellfest (Francia), Graspop Metal Meeting (Bélgica), and Gods of Metal (Italia).
Los cuatro miembros originales de Sabbath, Ozzy Osbourne (voz), Tommy Iommi (guitarra), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), están actualmente grabando su primer disco de estudio en 33 años con el legendario productor Rick Rubin. Este material será publicado el año próximo.
Los fans europeos están con muchas ganas de ver a la banda en vivo ¿Tocarán en la Argentina?